Tu Salud Merece MUCHO la Pena. NO TE LA JUEGUES

El intrusismo existe en todos los niveles y profesiones: en la construcción, la informática, el periodismo,…y también en la sanidad. Pongamos un ejemplo: se nos estropea el ordenador, tenemos dos opciones: Acudir a un profesional especializado y con titulación para la reparación de este tipo de maquinaria, quien te ofrecerá una garantía junto con una factura, de forma que si tienes algún problema podrás reclamar con total tranquilidad y la ley te amparará ante situaciones de irregularidad. La otra opción es llevárselo a Jaimito, el primo de un amigo que es un manitas y entiende de estas cosas. No esperes que Jaimito te haga una factura, ni te ofrezca ninguna garantía. Si, en el peor de los casos acaba estropeando tu ordenador y te tienes que comprar uno nuevo no podrás reclamarle nada y la ley no te amparará.

Qué lástima, te quedas sin ordenador…pero… ¿qué pasa si en vez de hablar de un ordenador hablamos de un problema de salud? La salud es importante, aquí estamos hablando de casos muchas veces irreversibles, que te pueden afectar de por vida. Y no exageramos cuando decimos que una mala manipulación puede provocarte una parálisis, o una mala exploración puede no identificar algún problema del que es necesario derivar a un especialista, o simplemente que estás tirando el dinero poniéndote en manos de personas sin escrúpulos que no saben con lo que están tratando y que no van a solucionar tu problema.
Muchas veces, estos “pseudoprofesionales” juegan con el precio de sus consultas, atraen a sus clientes (que no pacientes) con precios bajos. ¿Sale más barato ir a un quiromasajista a que te trate un dolor de espalda que a un fisioterapeuta? No es cuestión de precios, no es el mismo servicio, no son las mismas garantías. Si, por algún casual esta persona acabara lesionándote, olvídate de cualquier tipo de indemnización, de cualquier tipo de reconocimiento. ¿Sale más barato?

Hay mucha desinformación en torno a este tema. Son muchas las personas que acuden a estos intrusos con títulos colgados de sus paredes, títulos que no son oficiales, que no habilitan para desempeñar labores sanitarias. Hay que dejar claro que en España hay libertad de enseñanza, uno puede enseñar y entregar títulos de cualquier materia sanitaria, pero eso no significa que ese título te capacite legalmente para desempeñar la profesión. Ese título debe ser oficial, y mientras no lo sea sólo valdrá para exponerlo y decirles a tus amigos que te has sacado un título de lo que sea.

Tampoco queremos olvidar otro tipo de intrusos, aquellos que, aun estando en posesión de una titulación oficial en materia sanitaria, desempeñan funciones para las que su titulación no les prepara ni habilita legalmente. Cada titulación oficial habilita para unas competencias específicas, y sólo esa titulación puede ejercerlas. Si eres dentista no puedes poner dietas, si eres traumatólogo no puedes tratar depresiones, etc.