El objeto de la siguiente disertación es tratar sobre la parte de verdad o de mentira, al menos en mi opinión, sobre algunos mitos del mundo del vino.

1- Los vinos “Reserva” ¿son siempre los mejores?
La palabra “reserva” no se relaciona con la calidad sino con el tiempo que un vino ha estado en una barrica. Si bien existen vinos con la categoría de reserva de una calidad muy buena, hay otros de calidad bastante deficiente. Hoy en día es mucho más importante la calidad de la uva y el buen hacer en bodega por parte del enólogo, que las etiquetas como crianza o reserva.
2 – Los vinos, ¿mejoran con el tiempo en la botella?
Muy relacionado con el anterior mito, esto es falso, solo algunos vinos mejoran con el tiempo y solo hasta un tiempo determinado. Y en esto influyen factores como la calidad de la uva, el tiempo que el vino ha permanecido antes en barrica y sobre todo la buena conservación de esta botella. De ahí que, en lugares como Sevilla sea fundamental conservar el vino en vinotecas refrigeradas o en lugares bastante frescos como puede ser un sótano.

3 – Los mejores vinos de calidad de España son los de uva tempranillo de la Rioja o la Ribera del Duero.
La verdad es que la uva tempranillo da grandes vinos y que en La Rioja y la Ribera del Duero se hacen grandes elaboraciones, pero también se da lo contrario. A día de hoy generalizar en el mundo del vino suelo ser erróneo, ya que se obtienen vinos de muy buena calidad elaborados a partir de diferentes tipos de uvas y por casi toda la geografía española. Os invito a descubrir vinos de otras uvas y otras zonas de elaboración (valga como ejemplo los nuevos tintos andaluces de calidad).

4-¿Sólo los vinos con D.O. son de calidad?
Un vino que pertenezca a una Denominación de Origen (D.O.) significa que ha seguido los parámetros que marca su consejo regulador, es decir, que respeta el origen del sitio donde se elabora el vino y se somete a su reglamento. De hecho hay vinos con etiqueta de D.O. que tienen bastante mala calidad, y lo contrario, vinos elaborados fueras de D.O. que tienen una buenísima calidad. Hay muchas bodegas que elaboran sus vinos fuera de la D.O. para poder experimentar con otras variedades y no someter a sus vinos a envejecimientos en barrica un tiempo que no es necesario y que en muchas ocasiones no les aporta nada.

5 – Los vinos caros, ¿son los mejores?
El precio del vino es el resultado del coste de elaboración, producción, distribución y calidad; pero además hay que tener en cuenta otros factores como la exclusividad, el diseño, la marca y el respaldo de un enólogo de reconocido prestigio. Por lo tanto, el mito de que los vinos caros son los mejores no es del todo cierto ya que el encarecimiento de un vino a veces es por otros motivos que no están relacionados con la calidad del mismo. En el rango entre 5 y 12 € se pueden encontrar vinos de la máxima calidad, que en muchos casos pueden ser mucho mejores que otros mucho más caros. Aunque claro, hay vinos caros increíbles…

6- ¿Corcho si o no?
Los productores de vino emplean tiempo y recursos para localizar y utilizar en el embotellado corchos que no produzcan fallos ni aporten al vino sabores no deseables. De todos es conocido que el corcho puede aportar beneficios al vino, pero un mal corcho puede ser el causante de dar un mal gusto al mismo. Hasta hace poco no existían alternativas posibles, pero últimamente, y con la irrupción de los tapones sintéticos y de rosca, muchas bodegas están apostando por la utilización de estos últimos, obteniendo resultado excelentes.

La realidad es que es mejor un corcho sintético o un tapón de rosca que un mal corcho. Eso si, para vinos de calidad con largos periodos de envejecimiento, el corcho de calidad se hace imprescindible.

7 – ¿Engorda el vino y afecta a la salud?
Lejos de engordar el vino contiene más de mil sustancias que son favorables para la salud. A partir de un estudio realizado en relación al consumo moderado de vino tinto, se concluyó que la mortalidad provocada por enfermedades del corazón era inversamente proporcional al consumo moderado de vino, es decir, las dolencias cardíacas disminuyen en los países de mayor consumo de vino.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los médicos recomiendan el consumo moderado de alcohol, de ahí que se aconseje tomar una copa de vino tinto en la comida y no abusar de él, puesto que el resveratrol se encuentra específicamente en el vino tinto, que junto con otros antioxidantes son beneficiosos para la salud del corazón y del cuerpo en general. El vino tinto también es famoso por reducir el colesterol y prevenir coágulos de sangre, además de atribuírsele propiedades anticancerígenas y ser un aliado para retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades como el Alzheimer.

8- Tomar una copa de vino es como ir al gimnasio.
Este es un mito reciente, basado en una investigación publicada hace unos meses en The FASEB Journal, que sugiere que el resveratrol de la uva disminuye las consecuencias negativas de la vida sedentaria. Esta sustancia presente en el tinto, en las nueces y en las uvas, mejoran las funciones del corazón, los músculos y huesos, de igual forma que cuando vas al gimnasio.